Hecatombe Literaria y Diversidad Artística e Intelectual

Esta fue la imagen que estremeció al mundo del “fashion bussines” cuando un 20 de Junio de 1944, David Conover, soldado y fotógrafo de la armada norteamericana, cubriendo un reportaje sobre el trabajo de las mujeres durante la segunda guerra mundial, visitó la fábrica de aviones para prácticas de tiro Radio Plañe y dio con esta muñequita de 19 años llamada para entonces Norma Jean Dougherty, la cual no paraba de sonreir y coquetearle a la cámara. Esta bellísima chica, de cabello caoba natural, cuyo trabajo consistía en inspeccionar paracaídas y pintar fuselajes, era una joven señora casada con James Dougherty, un antiguo vecino irlandés de 21 años. Sin embargo, ello no significó obstáculo alguno para que Conover, deslumbrado por su cautivadora belleza y desenfado ante la cámara, la convenciera para realizarle un set de fotografía, pues presentía claramente que el futuro de esta humilde chiquilla, graciosa e inquieta, con aspecto de “princesa” y porte de diva, no debía pertenecer al ámbito de una fábrica para partes de aviones, entre overoles y máquinas, sino al mundo glamoroso de las pasarelas y de los flashes cinematográficos. Ese fue el momento que cambió para siempre la vida de Norma Jean Baker Dougherty, sacándola del anonimato, pues esa fotografía en la que aparece sosteniendo entre sus manos una élice de avión, y algunas otras tomadas ese maravilloso día por Conover, llegaron en muy corto tiempo a la agencia de modas Blue Book, haciendo que su directora Emmeline Snively la contratara de inmediato, como usualmente lo hacía con jovencitas prospectos, pero sin imaginarse jamás que el “charm” y belleza de esta chica recién salida de la adolescencia, casada desde los 16 años para huir del orfelinato, que irradiaba simultáneamente sensualidad y candidez, se convertiría de la noche a la mañana en la pin up más famosa de la historia, apareciendo ese año de 1945 en la portada de 33 de las más especializadas e importantes revistas de modas, porque sencillamente enamoraba el lente de 35mm, erigiéndose en el “sueño” indiscutido de los fotógrafos. De allí en adelante, Norma Jean se divorciaría en Junio de 1946, iniciando así su indetenible carrera hacia el estrellato, al convertirse el 20 de Agosto de 1946 en Marilyn Monroe, el mito e ícono sensual femenino más extraordinario que hasta el momento haya producido Hollywood, la industria cinematográfica, y posiblemente la humanidad.

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domingo, 30 de septiembre de 2007

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